Ecuador: Gobierno de Noboa ejecuta solo el 11,8% del presupuesto del sector sanitario
La crisis en la salud pública de Ecuador se agudiza por la baja ejecución del 11,8 por ciento del presupuesto en 2025, dejando a hospitales sin insumos ni medicamentos y a pacientes sin atención oportuna.

Los pacientes deben costear sus propios tratamientos, evidenciando que la salud ha dejado de ser un derecho garantizado. Foto EFE
25 de julio de 2025 Hora: 17:38
El sistema de salud pública en Ecuador, hasta junio de 2025, ejecutó el 11,8 por ciento del presupuesto asignado al sector, según datos oficiales.
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Esta situación agrava el colapso de hospitales públicos, donde los pacientes deben costear sus propios tratamientos, evidenciando que la salud ha dejado de ser un derecho garantizado.
En los hospitales públicos, la escasez de recursos es evidente. Medicinas esenciales no están disponibles, los insumos médicos no llegan a tiempo y las camas son insuficientes para atender la demanda.
Esta realidad ha llevado a que los pacientes esperen semanas, e incluso meses, para obtener turnos en consultas de medicina general, especialidades, pruebas de laboratorio o internaciones.
“Los turnos para consultas de medicina general y especialistas en el sector público toman semanas y hasta meses en muchos casos”, señala el director de la Maestría de Salud Pública de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), Fernando Sacoto.
La falta de atención en el sistema público empuja a las familias a recurrir a clínicas privadas, incrementando el gasto de bolsillo en salud.
La consultora de salud, Nancy Vásconez, refirió a medios locales que este gasto representó el 32,8 por ciento del total en salud, afectando especialmente a los sectores más vulnerables. La ausencia de controles efectivos sobre la calidad de la atención privada agrava esta situación, dejando a las personas con menos recursos en una posición de mayor desprotección.
El sistema de salud pública también enfrenta un déficit estructural en el primer nivel de atención, donde se debería resolver el 80 por ciento de los problemas de salud. Entre 2000 y 2024, la población ecuatoriana creció un 42,9 por ciento, mientras que las unidades de salud solo aumentaron un 15,46 por ciento.
En 2010, el Ministerio de Salud Pública (MSP) contaba con 1.736 subcentros y puestos de salud; en 2024, esta cifra se redujo a 1.692, lo que evidencia una falta de priorización en los servicios primarios. Para cumplir con la normativa del MSP, que establece una unidad de primer nivel por cada mil familias, sería necesario crear unas 3.000 nuevas unidades para avanzar hacia la universalización de la atención primaria.
El personal médico también enfrenta desafíos críticos. Aunque Ecuador cuenta con 23 médicos por cada 10.000 habitantes, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dotación de enfermeras es insuficiente, con solo 15,4 por cada 10.000 habitantes. Esta carencia se suma a las demandas de una población envejecida, que en 2024 representa el 8,3 por ciento del total y requiere atención especializada para enfermedades crónicas.
La crisis ha generado protestas de los gremios médicos, que exigen medidas urgentes y rechazan la reciente Ley de Integridad Pública. Esta norma, según los profesionales, precariza su labor al imponer evaluaciones que consideran arbitrarias.
El presidente de la Federación Médica, Santiago Carrasco, expresó: “Nos evalúan a diario, pero sin condiciones adecuadas de trabajo. ¿Cómo se puede hablar de desempeño si no hay ni paracetamol para entregar?”.
La situación se agrava por la negativa de la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional a declarar en emergencia el sistema de salud, a pesar de las evidencias de su colapso. Mientras tanto, pacientes con enfermedades graves, como los renales, enfrentan una lucha diaria por acceder a tratamientos básicos. La falta de insumos y medicamentos sigue siendo un obstáculo crítico, dejando a miles de ecuatorianos sin atención digna y oportuna.
La crisis en la salud pública de Ecuador demanda una acción inmediata para garantizar el derecho a la salud y fortalecer un sistema que, muestra signos de colapso estructural.
Autor: teleSUR - odr - YSM
Fuente: teleSUR